Relato corto 2020 «La Persiana». Ganador Categoría Adultos

Relato corto 2020 «La Persiana». Ganador Categoría Adultos

«La persiana», de Andrés Vicente Gimeno García

El sol ya no se ve en la Calle Alfonso, las farolas se han iluminado y el silencio se abre paso por el centro de Zaragoza, aun se ve luz en uno de los locales:

– ¡Mari Paz!, échame una mano con las sartenes, ¿quieres?
– ¡Ya voooooy, Paco! ¿No ves que estoy terminando de recoger las mesas? Menudo día más largo… – Replica con voz tenue y cansada.
– Venga va, que con esto creo que ya terminamos mujer… y mañana subimos a Pancrudo, que llevo toda la semana contentándome con la idea…
– ¡Pues deja de contentarte tanto y cuando termines con eso saca las basuras, que se nos está haciendo muy tarde y como pase la policía aún le ponemos el broche a la jornada! – Le regaña, buscándole la mirada para asegurarse de que le había oído.

Paco levanta la cabeza. Hace ademán de contestar, pero se detiene. Pasan unos segundos. Vuelve en sí y piensa: – “Hoy no, Paco, no es el día”. – Mira a su mujer con ternura, le sonríe y responde:  – ¡Tienes razón, ya va siendo hora de marcharse, enseguida lo hago!

Ya es completamente de noche, la calle esta vacía. El leve tintineo de la farola de la esquina acompaña a Paco a los contenedores de basura. Mari Paz sale por la puerta.

– ¡Creo que ya está todo Paco! ¡Arranca el coche!

¡Brrrrrrr, Pum! – Con un fuerte ademán Mari Paz baja la persiana del bar, respira profundamente y cuelga un cartel. En él se puede leer:

CIERRE POR CORONAVIRUS
Gracias por acompañarnos durante estos 20 años.
Paco y Mari Paz

Mari Paz sube al coche, se le escapa una lágrima.

– ¿Y ahora qué, Paco?
– Ahora nos vamos al pueblo, Mari; que está tu madre sola.
– Digo lo del bar…
– Olvídate del bar ahora cariño, lo importante es que estamos bien, y sanos. ¿Llevas el justificante para cuidar a tu madre por si nos paran?
– Tienes toda la razón… Si, aquí lo llevo

Se oye como se aleja el coche hasta que, finalmente, solo queda el retintín de la farola. Hacía meses que el negocio no marchaba tan bien como unos años atrás. Como cada verano, esperaban remontar un poco gracias al turismo, pero no contaban con todas esas semanas confinados. Tanto tiempo teniendo que pagar gastos y sin ingresos los había dejado sin opciones, han cerrado la persiana por última vez.