
09 Jun 2011
Disfrutar un año en Pancrudo
Como no sólo de verano vive el hombre, repasaremos lo que han dado de sí Pancrudo y los pancrudinos durante el resto del año.
Antes de acabar el verano y cumpliendo tres años, todo el mundo a hacer el Gaire. Estuvimos muy pendientes del cielo y hasta el último preparativo se tuvo que hacer pasado por agua. Pero llegó la hora de la verdad y la lluvia desapareció (para que luego digan que tenemos mala suerte con el tiempo). Como en otras ediciones la colaboración de muchos pancrudinos hizo que fuera un éxito y que los visitantes se encontraran como en su casa. Caras y comentarios que reflejaban la satisfacción y que demuestran que lo que diferencia al Gaire de otros festivales es el ambiente acogedor que se puede disfrutar. Nadie hubiera pensado que con los tiempos que corren se iban a reunir más de mil personas en torno a actividades culturales. Y no se trata únicamente de acumular por acumular gente, porque da gusto hablar con los artistas y que siempre te digan lo mismo: – En este pueblo estáis acostumbrados a ver espectáculos, es un público genial.
En octubre la tradicional cita con la ofrenda de flores en Zaragoza el día del Pilar. Año en el que un gran número de participantes se remojaron y nosotros volvimos a tener suerte y cuando nos tocó el turno, hasta el suelo se había secado. Fuimos unos cuarenta los que nos vestimos con trajes tradicionales o nos disfrazamos, según gustos, y para terminar con la velada un buen chocolate porque se nos hizo la hora de la merienda.
Antes de empezar noviembre se celebraron las Jornadas Micológicas y como siempre salimos al monte, esta vez en el pinar de Rillo donde cogimos bastantes especies diferentes y todos encontramos rebollones, para variar. Por la tarde y gracias a la Comarca pudimos ver la actuación de Tornabis que puso en escena “La hora imperio”. Nos ofrecieron su visión particular de la música con buenos toques de humor y muchos recordaron lo que era una orquesta hace años y pudieron cantar sus canciones.
Al día siguiente realizamos una salida con el objetivo de la observación de hongos característicos del rebollar de Portalrubio y aprovecharel paisaje del otoño. Con un poco más de gana probamos los platos de setas preparadas por las cocineras y cocineros para la degustación en el bar, cada vez hay más variedad y las recetas son más originales.
Volvimos a disfrutar con las explicaciones de Raúl Tena sobre los hongos y de la exposición donde podemos ver las setas con su nombre y su clasificación. Para completarla contamos con los libros que nos presta y nos sirven para el que siempre quiere saber algo más.
Durante el fin de semana se pudo ver en el Horno una exposición de la Sociedad Fotográfica Turolense sobre paisajes de la provincia, que pudimos ver gracias a la labor y el interés de Mª Carmen Sancho.
Para terminar el año nos juntamos alrededor del fuego para celebrar la fiesta de la Hoguera. Pero para prepararla, los más animados y voluntariosos, acompañados por el blanco de la nieve, recogieron la leña que últimamente no hay que buscarla demasiado. Una vez que el montón de leña quedó ordenado, los peques a preparar el muñeco que como siempre tiene la culpa de todos los males y hay que condenarlo a la hoguera. Llega la noche y el momento que muchos esperan, a encender y aquí sale el niño que llevamos dentro, aunque ahora no te amenazan con que te puedas hacer pis en la cama. A partir de ahí careta, chorizo, longaniza y morcilla, o dicho de otra manera lo que hace que los más duros salgan del bar. Como el puente dio mucho de sí las conserveras hicieron la faena el domingo y gracias a ellas podemos reponer fuerzas después de trabajar para mejorar nuestro pueblo. Y si alguien no lo sabe, las personas que viven todo el año en Pancrudo siguen haciendo la hoguera de Santa Lucía en el día que corresponde y manteniendo la tradición como lo hacían vuestros abuelos, los abuelos de éstos,…
Comienza el 2011 con la llegada de los Reyes Magos que estos no entienden de crisis. Regalos, caramelos y chocolate para todos, que hemos sido muy buenos. Una reunión casi en familia en la que la ilusión de pequeños y grandes no falta. A todos nos gusta que nos den caramelos, hablar con ellos, sentarnos en sus rodillas,… a los mayores también, que se os ve en la cara.
Este año se recuperó la fiesta de invierno en el fin de semana más cercano al día de celebración de los Santos. Una fiesta que ante la falta momentánea de una comisión de fiestas la organizó el Ayuntamiento. Misa, bandeo, procesión y refresco típico que si nunca habéis estado, es como el de verano pero con más sitio. Se volvieron a repartir las tortas tradicionales después de muchos años, probamos el ponche que como siempre tenía opiniones de todo tipo: le falta vino, demasiado dulce, está muy fuerte,…pero que al final casi todos lo bebemos y para terminar una pequeña actuación de magia donde Mario Cobretti nos dejó con la boca abierta. Las de invierno, son unas fiestas en las que estamos muy pocos y todos hablamos con todos. Son más frías, pero sólo en la parte meteorológica.
Y como todos los años llega el día de Santa Águeda y las mujeres lo celebran con una comida a la que se apuntan también desde Cervera.
En marzo celebramos el Fin de Semana del Medio Natural que cada año va completando sus actuaciones. El sábado por la mañana a cortar las ramas para la plantación de la tarde. A continuación Herminio Santafé volvió a escalar a la cabeza de los chopos para realizarles la escamonda, que tuvo su dificultad porque había que evitar que las vigas aplastasen el quitamiedos. Aunque sólo se pudo escamondar un ejemplar, todos disfrutamos de las auténticas peripecias que se tuvieron que hacer para no dejarle ni una viga, soga incluida. De todas formas este año el Ayuntamiento ha conseguido arreglar y dejar preparados un montón de ejemplares para que sigan con nosotros por lo menos cincuenta años más. Si alguien se acuerda, esta inquietud surgió de la Asociación que contagió el interés a los miembros del Consistorio. Esto demuestra que todos estamos en el mismo barco, algo que no ocurre en todos los pueblos y esperamos que así siga.
A mediodía dimos cuenta de la conserva, que como siempre estaba buenísima. Una vez hecha la digestión, a plantar las ramas de sauce con la ayuda de un barrón en un bonito paraje junto al río de las dehesas. Para terminar el fin de semana nos dispusimos a repintar las marcas del sendero del Morteruelo con una temperatura ideal para el paseo. Todo perfecto hasta que pasamos la parte alta del monte, se perdió el sendero y nos costó un rato intuir por donde giraba el camino. No quiero pensar lo que habrán tenido que hacer los que hayan intentado hacer el sendero sin ser del pueblo. Pasamos un buen rato la veintena de senderistas y ahora ya se puede hacer el camino sin mapa o G.P.S. También sirvió para que aparecieran ideas como limpiar los parajes donde hay fuentes al ver que la selva no nos dejaba acercarnos a la del Cura. Y el próximo año más paseos, más pintura, más árboles y sobre todo más naturaleza.
Llegó Semana Santa y la Comisión nos propuso unas fiestas con más actos e ideas novedosas. Algunos echaron de menos la orquesta, pero se olvidó porque llegó el momento más esperado, la fiesta de disfraces de los años 60, 70, 80 y 90. Pudimos ver a Michael Jackson y unos cuantos de sus hermanos, a John Travolta y Olivia Newton John. Pancrudo se llenó de hippies y de ochenteros locos por lucir mallas. Algunos volvieron a revivir años ya pasados al ver a las chicas con los vestidos de sus madres y a los chicos con las chaquetas de sus padres o sus abuelos. Gafas de sol, lazos, minifaldas, calentadores, pelucas, calcetines blancos y más complementos acabaron de rematar la decoración retro que prepararon en la nave.
En mayo desde la junta quisimos volver a los viajes de primavera de otros años, esta vez relacionado con un aniversario muy señalado, los 75 años del comienzo de la Guerra Civil. Y en un lugar que también fue muy castigado por la contienda, en la Tierra Alta de la provincia de Tarragona. Pero por falta de participantes se tuvo que suspender.
San Isidro Labrador llegó con la misa y el refresco antes de comer. Por la tarde cuentacuentos para todos los públicos en el trinquete y después de la actuación, a cenar todos juntos para celebrar el día de los labradores en el bar. Esta es otra de esas fechas que muchos no conocen, pero que existe y que todos los años siguen celebrando los de Pancrudo junto con los de los pueblos que dependen de su Ayuntamiento, además en estos últimos años con una pequeña actuación.
El 22 de mayo hubo jornada electoral y los días de antes los comentarios trataban sobre a quién le había tocado de presidente, que si este era suplente,… Todo el pueblo sale de casa y los de los pueblos de alrededor vienen a votar, parece un día de fiesta y es un buen momento para charrar con todo el mundo. Aquí siempre conoces a los que están en la mesa, lo malo es que es más fácil que te toque estar en ella.
En junio, la romería a la Langosta, que como casi todos los actos de este año amenazaba lluvia. Pero las nubes se volvieron a comportar y sólo chispeó una miaja por lo que los andarines volvieron a poder salir y la procesión se pudo hacer. En la reunión tradicional a mitad de camino para tomar la copa y la pasta esta vez le tocó parar al camión de recogida de basuras y el conductor se animó a la fiesta. A partir de ahí se sacó la Virgen de la iglesia de Alpeñés y el grupo de personas que iban andando se aumentó con la procesión hasta la ermita. Una vez allí unos estuvieron más comprometidos con el motivo religioso que les había traído a la romería y al resto se les olvidó un poco y se dedicaron a San Miguel. Eso si, a la hora de comer todos juntos.
Por lo menos esta vez me había propuesto que la mayoría de los actos estuvieran en la revista, porque como ya he dicho “no sólo de verano vive el hombre” y aquí está la posibilidad de disfrutar de un año de y en Pancrudo. Como veis oferta no falta.