A una persona especial: Aurora

A una persona especial: Aurora

Tus amigas Isabel y Ana Martín Sancho

El pasado mes de Enero, la vida nos sorprendió con la muerte de una persona especial: Aurora. Su recuerdo nos lleva a recordar a una mujer de apariencia frágil pero fuerte, animosa hasta el final en su lucha contra esa terrible enfermedad, y en su actitud ante la vida.

Desde estas modestas líneas, queremos aprovechar la ocasión para expresar nuestros sentimientos acerca de una persona muy querida, a la que ante todo, siempre la consideramos una amiga especial, y con la que disfrutamos y compartimos muchos momentos inolvidables, y con la que mantuvimos una entrañable y desinteresada amistad durante todos estos años.

Mientras escribimos estas líneas, nuestros recuerdos nos llevan ineludiblemente a nuestro querido Pancrudo, en él  hemos compartido muchas vivencias e ilusiones, y en él te consagraste como un referente insustituible.

Creemos que como Aurora, todos queremos a nuestro pueblo, y nos sentimos orgullosos de haber nacido en él, y al que regresamos siempre que podemos, porque en él nos sentimos muy a gusto, allí están nuestras raíces, nuestros recuerdos de niñez y adolescencia, nuestros amigos de siempre, el recuerdo inolvidable de nuestros seres queridos y que ya no están entre nosotros, sin embargo, hay muy pocas personas que se hayan dedicado con tanto ahínco e ilusión a hacer posible que proyectos con  dificultades salieran adelante, sin importarle las pequeñas diferencias, discusiones o malas caras que en ocasiones existieron,  pero por encima de todo supo anteponer su entusiasmo, su trabajo, y su buen hacer para y por su pueblo.

El verano pasado, como en tantas otras ocasiones, estuvo en Pancrudo, participando y colaborando en la Semana Cultural, tuvimos la oportunidad de comprobar como Aurora transmitía optimismo y ganas de vivir, se aferró a la vida hasta el último aliento, tenía por lo que luchar, su familia, sus amigos, su Pancrudo, sus ilusiones, toda una vida.

Queremos agradecerle aunque sólo sea a través de estas breves pinceladas, su gran aportación a que Pancrudo fuera un pueblo vivo, con actividades, con ilusiones, siempre dispuesta a colaborar y a participar para que no se diera un paso atrás en los logros conseguidos.

Aurora, era una de esas personas por las que merecía la pena trabajar y participar, aunque se sufrieran ingratitudes y decepciones. Una de esas personas tan necesaria en un mundo tan falto de sentimientos, sensibilidad, responsabilidad y compromiso, como el que nos toca vivir. Una persona especial y querida: Aurora Pérez Escriche.