Carta abierta a todos los que son o se sienten de Pancrudo

Carta abierta a todos los que son o se sienten de Pancrudo

Por Esther Lahoz Castelló

Queridos amigos:

Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda la revista PANCRUDO, para agradeceros el día tan bonito e inolvidable que nos hicisteis vivir a mi familia y a mí, el pasado 15 de agosto de 1.998. Lo recordaremos siempre.

Querría daros las gracias personalmente y uno a uno, pero como todavía sigo en activo, mis visitas al pueblo son escasas (aunque mis hermanos y sobrinos me mantienen informada de todas las iniciativas que se toman). Por esto y porque me consta que esta publicación llega a todos, aprovecho estas páginas para deciros: Gracias, Gracias y mil veces Gracias.

A lo largo de mi vida he recibido algunos premios (campeonatos de España, asistencia a Olimpiadas) y algún que otro reconocimiento a mi carrera deportiva (Medalla al Mérito Deportivo concedido por el Gobierno de Aragón en 1.992), pero ninguno me ha emocionado, ni me ha impresionado tanto como el vuestro, porque sé que este es sentido de verdad.

Jamás creí que Pancrudo pudiese pensar en mí para “bautizar” sus pistas deportivas y muchísimo menos que lo hiciera de la forma que lo hizo. ¡Yo me conformaba con que alguno de “mis quintos” se acordase de mí en las Fiestas y me dedicara alguna canción,…!

Lo que me ofrecisteis ese día, desborda todo lo que podía imaginar. Por algunos momentos, casi me creo “Induráin” en su pueblo después de ganar un Tour.

Pero de todo eso, lo que más me emocionó fue ver a tantos descendientes del pueblo reunidos. No se cómo se logró. Desde luego gracias a la generosidad de todos que no dudasteis en acercaros, de vuestros lugares de residencia habitual, para estar en el pueblo ese día.

Es un pueblo pequeño y no somos muchos pero que “Grande” es y cuánto cundimos, estamos por todas partes. Es fantástico cuando voy por Zaragoza y, a veces, me encuentro a chavalicos/as que llevan la camiseta con mi foto, o cuando compito en Valencia, Barcelona, Castellón, Mallorca,… y aparece alguien diciendo: “Hola Esther soy hijo/a de…”. ¡Casi conseguís que me crea importante!, y en el fondo todos sabéis quien soy y de donde provengo. Soy una de los vuestros, la hija pequeña de Fidel y Tomasa, “La Tomasica”. La zagala que jugaba con vosotros a marro, al bote, a hacer música, a churro va, a coger “cucharetas”,… iba a la fuente a por agua o quedaba con mi pandilla para ir en bici, hacer meriendas en la Fuente Gimeno, en el Prao (¿os acordáis de las meriendas de Pascua?).

De aquella época y de todos vosotros he aprendido mucho, entre otras cosas que: de bien nacido es ser agradecido, y yo soy una y otra cosa. Saber que vuestro cariño ocupa un lugar preferente en mi corazón y va siempre conmigo.

Una vez más Gracias a todos: a la Asociación Cultural “El Calabozo”, al Ayuntamiento en pleno y a su alcalde, Ernesto, a todos que de una forma u otra estuvieron involucrados para que todo saliera bien, a Mosen Fructuoso por su cariñosa y emotiva carta, a todos en general.

Me siento orgullosa de ser vecina vuestra y poder decir: ¡soy de Pancrudo!.

Muchos besos.