Editorial Revista Pancrudo 2023

Editorial Revista Pancrudo 2023

Por SYLVIA TENA LAHOZ
Presidenta de la Asociación Cultural “El Calabozo”

El arte es un tema un tanto complicado del que hablar, me parece a mí. ¿Qué puede ser el arte? Normalmente es algo que está bien hecho y nos conmueve, pero puede haber un bizcocho hecho por nuestra madre que esté bien hecho y nos conmueva, y aunque sea todo un arte hacerlo igual, quizás llamarlo “arte” sea sólo adecuado para los hijos… También pueden existir creaciones etiquetadas como obras de arte pero que opinemos que no están bien hechas y no nos dicen nada, y sin embargo hay otras personas que les parece lo más de lo más.

Otro tema peliagudo: ¿Qué hace falta para ser un artista? ¿Hacer algo único, irrepetible? Pero si ese algo lo haces muchas veces para venderlo muchas veces, ¿ya no eres artista? ¿Eres un artesano? ¿Puede la inteligencia artificial hacer arte? Ya estamos viendo que lo está intentando, identificando patrones y tendencias, y generando versiones mejoradas de obras de arte; hay  programas que escriben historias, crean ilustraciones o fotografías, componen canciones, etc…

Son tantas preguntas sobre la definición de arte… Pero ¿no es una obra de arte un gorro de lana hecha por tus manos, o una cesta hecha con mimbre del río, o una vasija de arcilla de Masatrigos?

¿Y no podría ser un artista el que tiene el huerto lleno de tomateras y consigue tomates para su familia todo el verano? O el que tiene un campo de cereal y lloviendo lo que ha llovido este invierno, consigue sacar una cosecha decente de cebada… O el apicultor que mantiene sus abejas vivas a pesar de los cada vez más comunes períodos largos de altas temperaturas ¿O no es un artista también el que llega a fin de mes con una paga de miseria y con los precios de la alimentación como están ahora?

Un cuadro, una canción, un cuento, un libro. una escultura, un dibujo, una frase, un logo, un escaparate, un vestido, un grafiti, unos zapatos, una foto, un collar, un plato, unos pendientes, un jersey, una pajarita de papel, una receta, una ventana, una pared, una colcha… Todo esto puede ser arte.

Nos reconfortan, nos sorprenden, nos hacen pensar, nos hacen ser críticos, nos hacen preguntarnos por cómo ven la realidad otras personas y ser más abiertos, evocar otros mundos. También nos pueden retar a superarnos, a florecer nuestra creatividad (¿esto no lo podría haber hecho yo?).

Recientemente, en un museo nos sorprendieron unos estudiantes de un proyecto de participación de jóvenes en los museos municipales de Zaragoza. Nos ofrecieron en forma de caja de medicamento, los efectos tranquilizadores de la contemplación de algo bello, como si de una terapia se tratara. El medicamento incluía una cajita en la que estaba la recreación de una obra de arte, y se denominaba Museicilina. Tenía prospecto y todo, indicando los síntomas para los que aconsejaban tomar ese medicamento, sus beneficios y sus efectos tan positivos en nuestra salud. ¡Nos pareció una idea espectacular!

En parte ése es el objetivo de la Semana Cultural sobre el Arte en Pancrudo. Que nos sienta bien lo que contemplamos y rendir un homenaje a los que se dedican a crearlo, ya que, después de haber dedicado semanas culturales a los pancrudinos mineros, agricultores, ganaderos, maestros, médicos, etc…, que parece que tienen una ocupación esencial para vivir, los artistas, aunque sea desde su casa o desde su taller, también tienen una ocupación fundamental para el día a día. Y los que de manera profesional se intentan dedicar a ello, tienen el doble trabajo de hacerlo y de demostrar que lo que hacen, merece la pena para los demás. Ya descubrimos lo importante que era la cultura en nuestros días de confinamiento en la reciente pandemia.

Por ello, que vivan nuestros dibujantes, pintores, escultores, músicos, escritores, diseñadores, alfareros, cesteros, fotógrafos, hortelanos, cocineros, comediantes, titiriteros y demás gaires que nos alegran la vida con sus artes… sean del tipo que sean. ■