
01 Jul 2001
ENTREVISTA a Blas Gracia Gracia
Por Pascual Tolosa Sancho
Blas Gracia Gracia nace en Pancrudo el día 23 de agosto de 1930. Sus padres son Blas Gracia Martín, natural de Pancrudo y María Gracia Bellido, natural de Rillo. Se casa con Leonor Marco Andrés, natural de Perales del Alfambra. Tiene tres hijas, María de la Paz, Rosa y Paloma, y tres nietos.
Desde su nacimiento ha vivido en Pancrudo, desarrollándose laboralmente en el ambiente agrícola pero, sin duda, más recordado por tener el bar de Pancrudo durante muchos años. También dentro del ámbito local ha ocupado cargos relevantes como el de Secretario de la Cámara Agraria Local y Juez de Paz.
Háblanos del Pancrudo de tu niñez.
He de decir que Pancrudo ha sido un pueblo muy ameno. Había mucha amistad entre los vecinos. Éramos como una familia. No disfrutábamos mucho de la niñez porque teníamos que ponernos a trabajar desde muy jóvenes.
¿Cuál es tu primera ocupación?
Mi primer trabajo fue de «pinche» en las minas de Rillo. En el año 1.944 el sueldo era de 4 pesetas diarias y el desplazamiento había que hacerlo andando.
Cuando tus padres establecen el bar, ¿qué años tienes tú?. Trabajas ya con ellos o te dedicas a otras cosas.
Cuando yo nací ya estaba el bar montado y cuando nació mi padre también. Así que lo montó mi abuelo como «mesón» y «bar» allá por el año 1.843, aproximadamente. Mi dedicación era la que anteriormente he señalado.
Este año el tema central de la Semana Cultural es la agricultura. ¿Cuéntanos cuál ha sido tu papel al frente de la Cámara Agraria Local? ¿Cuántos años has estado? ¿Cuál es el papel que tienen ahora las Cámaras?
Mi papel en la Cámara Agraria Local de Pancrudo y ocho pueblos más fue la de secretario. Estuve al servicio de dicho trabajo 27 años y donde mi principal papel era el de tramitar gestiones de los agricultores.
En la actualidad las C.A.L. están disueltas y, por este motivo, el papel que anteriormente jugaba dicha Cámara ante la Administración, ha desaparecido.
¿Cómo se ha canalizado la venta de los cereales, antes y ahora?
Antes, varios años atrás, las ventas de cereales estaban controladas por el Servicio Nacional de Productos Agrarios (el denominado S.E.N.P.A.). No había intermediarios.
Yo recuerdo que me decía mi padre que el S.E.N.P.A. era lo mejor que teníamos los agricultores porque sabíamos los precios de los cereales a principio y a final de campaña.
¿Cómo has visto evolucionar el medio agrícola a lo largo de tu vida? ¿Cómo lo ves ahora?
Ha cambiado mucho, desde realizar todo el trabajo manualmente a hacerlo todo con maquinaria.
He visto evolucionar desde el «control» de producción hasta el «descontrol» de no saber la cantidad de kilos que tenía la Administración para consumo y ventas.
Yo creo que la disolución de las C.A.L. fue un error porque entonces podíamos estar todos unidos: agricultores, ganaderos y pescadores. Bien agrupados y unidos hubiéramos conseguido más cosas porque la presión al gobierno habría sido más contundente.
¿Cuál es tu opinión acerca de las cooperativas?
Las cooperativas son de interés porque nos harían productores y transformadores. De este modo el producto iría directamente al consumidor sin pasar por los intermediarios, porque en la agricultura, como en todos los negocios, hay que mirar la peseta.
Desde tu experiencia agrícola vivida al frente de la Cámara Agraria Local y tal como corren los tiempos, ¿qué crees que debe cambiar en la agricultura actual, ciñéndonos a Pancrudo, o qué adaptaciones debería tomar?
Desde mi experiencia vivida al frente de la C.A.L., vi que había cosas desfasadas, por ejemplo, la cotización a la seguridad social agraria que era la que el estado tenía establecida. Después de pagar dichas cuotas, también se pagaba por las tierras, para después llegar a la jubilación cobrando una miseria.
Por otro lado, yo creo que una mejora importante en la agricultura de Pancrudo sería la concentración parcelaria, porque se trabajaría la misma cantidad de tierras en menos tiempo y más económico.
Como trabajador en el bar del pueblo donde se junta la gente y siempre se cuentan cosas, ¿se ha visto cambiar a los agricultores a lo largo de los años?
Sin duda lo que más ha cambiado ha sido el modo de trabajo, ya que ahora hay muchas más comodidades (maquinaria, naves, etc.) que antiguamente. Desde hace unos años, se ha creado una cooperativa que sirve para conseguir el gas-oil y otros productos algo más económicos, pero debería ampliarse el modelo de cooperativa también a los productos que producimos, pues creo que sería lo mejor para todos.
Cambiando de tema, ¿cómo te surgió lo de ser Juez de Paz? ¿Cuál es su cometido?
El cargo de Juez de Paz lo tuve ocho años. Entonces el juez saliente, a su juicio, proponía a tres personas del pueblo y, posteriormente, se elegía una. El cometido eran asuntos jurídicos o juicios de avenencia. Cuando no se llegaba a un acuerdo el caso pasaba al juzgado de Calamocha.
¿Has tenido que mediar en alguna situación conflictiva?
En estos años de servicio tuve que actuar como mediador, es decir, en un juicio de conciliación. No tuve mayor trascendencia.
¿Puedes contarnos alguna anécdota al respecto de esta ocupación?
Tuve que dar la orden de descolgar una persona que se ahorcó y llamé a los mozos para que me ayudaran. A todos les daba «repelusa». Al soltarlo se le cogió un pie en una cuerda y al estirar fuerte se soltó pareciendo estar vivo. Los mozos lo soltaron y salieron corriendo. Casi se deslizó al suelo. Solo fue el susto.
Sin embargo, la faceta por la que más se te conozca sea por el hecho de regentar el bar, el bar de «la tía María», tu madre. ¿Cómo han cambiado las cosas para este negocio a lo largo del tiempo? ¿Qué año se clausuró el bar?
El bar se clausuró en diciembre de 1996. Lo más espectacular a lo largo de los años fueron las subidas de los precios, pero hay que tener en cuenta que estuvimos en los años en los que la vida cambió mucho para todos.
En Pancrudo, la gente es de ir mucho al bar. Hay que reconocer que es de los pocos sitios donde se pueden reunir las personas.
Aunque la mayoría de la gente conocimos a tu madre, los más jóvenes quizá no, ¡háblanos un poco de ella!.
Mi madre se dedicó toda la vida a trabajar en el bar, desde que se casó a los diecinueve años. Era una mujer emprendedora, trabajadora y muy independiente. Era muy «moderna» para los años que vivió (1.906-1.994). Fue la primera mujer de aquella zona que pagaba seguridad social como autónoma.
Le gustaba que los clientes estuviesen bien servidos y contentos; no le importaba ganar algo menos de lo que correspondía, sino atender bien a la gente.
Valía para todo el mundo y ayudaba al que lo necesitaba.
Seguro que en el bar se han vivido situaciones «disparatadas». ¿Podrías recordarnos algunas de ellas?.
Un cliente siempre pedía «un café corto y una copa larga». Otro pedía «un café de perra», y lo decía tan rápido que se entendía «un café tía perra».
¿Cuáles son tus hobbies?
Me gusta pasear y viajar pero mi hobbie preferido es el baile.
Tu plato favorito.
El arroz caldoso con conejo.
A modo de despedida, expresa un deseo.
Quisiera trasladar un saludo para todos los de mi pueblo, que les aprecio mucho, como yo creo que ellos me aprecian.
En segundo lugar deseo que sigan unidos los vecinos como hasta ahora lo han estado.