ENTREVISTA a María Jesús Collados Gimeno ¡Vaya Jotera!

ENTREVISTA a María Jesús Collados Gimeno ¡Vaya Jotera!

Por Flor Lahoz Castelló

El día del Pilar de 1999, después de la Ofrenda de Flores, en la que por primera vez participamos la Asociación Cultural el Calabozo de Pancrudo como grupo,  nos fuimos a almorzar varios de los participantes y unos cuantos acompañantes. Lo pasamos en grande, nos habíamos pegado un buen madrugón, algunos, y otros aún no se habían acostado, pero mereció la pena, pues no nos mojamos y estábamos disfrutando.

Ya en el almuerzo, comentando lo bien que había ido todo, lo guapos que estábamos, la de amigos de Pancrudo que se habían reunido, todo,… estábamos contentos, pero nos faltaba algo. Magdalena se arrancó con una jota. No es que lloviera porque ella cantaba pues había empezado ya, pero lo de las jotas no es lo suyo. Se empezó a oír “si tuviéramos aquí a alguno de nuestros joteros”. “¡Claro nos falta Mª Jesús!”.

Teníamos la jota:

Es el pueblo de Pancrudo,
Un  pueblo muy singular,
Pues vienen del Calabozo
A la ofrenda del Pilar.

Pero nos faltaba la voz, el estilo, la fuerza de esta mañica. Entonces me dije que de este año no pasaba, tenía que saber y dar a conocer más sobre ella. Cómo una chica de Pancrudo consigue cantar como ella lo hace, dónde ha aprendido, hasta dónde ha pregonado el nombre de Pancrudo, porque me consta que cuando ha viajado con su grupo por esos mundos de Dios, se han enterado muy bien todos que esa morenaza guapa que suelta la voz  como el que dice “hola”, es de Pancrudo y está muy orgullosa de serlo. Mª Jesús que es pura sencillez  a pesar de que ha cantado con los mejores cantadores y cantadoras de jota, tanto aragoneses como de otras tierras, incluso con “El Pastor de Andorra”, tan famoso y conocido en Aragón.

Así pues aquí estoy para saber un poco más de esta “colladicas pequeña” que está siempre dispuesta a echar una mano en todo lo que se organiza y que se pone a cantar siempre que se lo pedimos, aunque sea de “sopetón”. La verdad que a las seis de la mañana, después de una noche de juerga, que te despierte la voz de  Mª Jesús con una jota, os aseguro que pone los pelos de punta.

Mª Jesús Collados Gimeno, como ella dice, nació dos veces. Cuando su madre, Mari Cruz, estaba en el quinto mes de embarazo, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente. A Mª Jesús la sacaron del vientre de su madre y la volvieron a colocar, una vez terminada la operación, hasta terminar, felizmente, la gestación. Vivió en  Pancrudo hasta los tres años, en que marcharon toda la familia, a Mislata (Valencia). De los tres a los ocho años pasaba todas las vacaciones en Pancrudo, sus padres seguían llevando las tierras y venían a menudo. A los ocho años murió su madre, sus hermanas mayores tenían que trabajar y ya no podían estar tanto en el pueblo pero al verano y siempre que podían no faltaban. Ella dice que su gran ilusión era venir al pueblo para jugar con sus amigos, en especial Carmencita su amiga del alma.

Mª Jesús, ¿cómo te dio por cantar jotas?
Yo, al principio, no cantaba jotas, cantaba en casa de todo. Me subía en una escalera que tenemos en la terraza y todos vecinos decían “ya canta Mª Jesús” y cantaba el “Achilipú”, “Mi carro me lo robaron”, bueno de todo. En el colegio, por cualquier cosa, me ponía a cantar, a las monjas les gustaba y cuando tomé la Comunión me hicieron cantar un Ave María yo sola. Como traía locos a mi padre y mis hermanos, alrededor de los diez años, por mediación de un amigo de mi padre, que es de Fuentes Calientes, me llevaron al Centro Aragonés de Valencia para que me hicieran una prueba en el grupo de jota. Tenía que cantar una jota y yo no sabía ninguna, así que solté  una jota Navarra, esa de “La Navarra que más quiero” que era lo que cantábamos con mi madre, mi padre y mis hermanos cuando veníamos de camino a Pancrudo.

¿Qué te dijo el profesor de canto?
Parece ser que le gustó porque me dijo que podía ir a los ensayos y que si me aplicaba para el verano siguiente, la prueba fue en noviembre, que iba el grupo a Francia a una concentración de grupos regionales, me llevaría. Cuando empecé era de las más pequeñas. Tenía que ir al ensayo lunes y viernes de seis a ocho desde Mislata a Valencia, así que la lata era para mi padre que tenía que hacer de taxista, ya que yo era muy pequeña para ir sola. Menos mal que, al ser la pequeña siempre he estado muy arropada por mi familia pues es una actividad que quita mucho tiempo y conlleva mucho sacrificio personal y de todos los de alrededor.

Bueno, y ¡qué pasó en Francia?
Yo iba con idea de hacer turismo y cantar con el grupo, pero en plena actuación Angel Martínez, el profesor de canto, me dijo: “ Preparaté Mª Jesús que ahora vas tú”, me empezaron a temblar las piernas, tenía ganas de ir al water, bueno de todo, pero respiré hondo y salí a cantar. Canté una de las jotas que habíamos estado ensayando en el Centro.

¿La recuerdas?
Sí, es esa de:

“En un brillante quisiera
Mi corazón transformar,
Pa ponérselo en el manto
A la Virgen del Pilar”.

Cuando terminé de cantar hice un gesto como diciendo “ya pasó todo” y los aplausos me apabullaron, se acercó Angel y me dio un abrazo en plan protector y entonces respiré tranquila.

Con esto ya entrarías a formar parte de lleno en el cuadro de jota, ¿no?.
Bueno sí, hasta entonces yo ensayaba pero no formaba parte del grupo de jota, ya que sólo forman parte los muy buenos, pero esta actuación fue como el “tomar la alternativa” y ya entré por la puerta grande. Así seguí durante una larga etapa de mi vida, hasta que por razones laborales, lo fui dejando. Sabes que el tener que ensayar varios días y actuar los fines de semana te quita mucho tiempo para otras cosas. Tuve que trabajar y no siempre podía compaginar todo.

Durante este tiempo me consta que has salido fuera de Valencia y actuado muchas veces con éxito. Cuéntame algo.
A partir del debut de Francia ya empecé a tomarlo más en serio y tenía que ir a más ensayos los jueves por la tarde a canto individual y por la noche con todo el grupo. Participábamos en los concursos de  jota de las Casas regionales de Aragón y en otros de Casas regionales en general, además de salidas a los pueblos para las fiestas. En Madrid, en un concurso general, quedamos en tercer lugar y en Valladolid, un año más tarde, primeros. También en Barcelona quedamos primeros unos años más tarde, por cierto que yo ya trabajaba y este viaje fue toda una odisea, tuve que ir más tarde, allí me esperaban directivos del centro para llevarme, con el tiempo justo, al lugar de la actuación, cambiarme corriendo en los servicios del local y salir a cantar sin un respiro. Es un mundo muy sacrificado y hay que tener mucha afición y tiempo para seguir. Al extranjero fuimos a Francia, varias veces, y a Suiza. También eran concursos de Casas regionales a nivel internacional.

¿Cómo celebráis el día del Pilar en Valencia?
El día 11 hay una “ronda” desde el Centro a la Plaza del Pilar, entramos a la Iglesia y se canta una Salve, a la salida, en un entablado, se hace una actuación de canto y baile. El día 12 se celebra la Ofrenda, imitando a la de Zaragoza. Al terminar hay una Misa baturra, luego vamos al Centro Aragonés y tenemos una comida de hermandad.

¿Sabes que, este año pasado, salimos el Calabozo, como grupo, en la Ofrenda de Zaragoza?.
Sí, algo me han contado; tendré que prepararme para este año y así lo veré en directo, pues lo que es en Zaragoza no he participado nunca.

Sé que el Centro Aragonés te ha elegido, varias veces, como representante de la Casa de Aragón en Valencia para diferentes cargos. Háblame de ello.
Normalmente son cargos de dos años. El primero que tuve fue “Dama de Honor”. Dos años más tarde fui elegida “Real Moza” de la Peña El Cachirulo (una peña que esta dentro del Centro, pero que es independiente). Años más tarde fui elegida “Reina del Centro Aragonés”. 

Durante estos viajes y cargos te habrán hecho entrevistas en prensa, radio y televisión…
Sí, claro, han sido muchas las veces que he representado al Centro, tanto en Valencia y Aragón como por Murcia, Cataluña, Alicante, Madrid etc…

 

Se enteraban que eras de Pancrudo, según tengo entendido.
Cómo no, ya sabes que yo eso lo primero, incluso los compañeros del grupo decían que el río Pancrudo se estaba volviendo jotero y me cantaban eso de: “Pancrudo, Pancrudo, Pancrudo es (tu ya sabes)… como Pancrudo no hay ninguno”.

¿Tienes algún recuerdo o algún momento especial que nos quieras comentar?
Tengo tantos que no sé cuál decirte. Quizá mi primer viaje a Francia, por ser tan pequeña, o cuando estuvimos en Suiza, ya que convivimos muy estrechamente todos los del grupo, durante casi un mes que duró el viaje. Lo bien que nos trataban en las Casas de España, la emoción de los emigrantes cuando oían una jota…

No me digas más que lo sé por experiencia.
También tengo un recuerdo muy especial de cuando vinimos con el grupo a actuar a Pancrudo para las fiestas allá por el año 1988, y cada vez que canto delante de todo el pueblo me entra un cosquilleo en el estómago, aunque procuro disimularlo.

Vaya no sabía que habías estado en Pancrudo con tu grupo. Y dime ¿cuándo salías al extranjero, el “Tio Collaos” te dejaba tan tranquilo o le picaba la curiosidad y se iba contigo?
Siempre les daba penica de que me fuera sola. Pero confiaban en todo el grupo. Cuando fui a Suiza mi padre se vino con nosotros y disfrutó de lo lindo. Si las actuaciones eran cerca de casa, tenía coro familiar para animarme.

He visto muchas fotografías tuyas y llevas unos trajes preciosos. ¿Te los compraban o quién te los hacía?
Hay de todo, pero la verdad mis hermanas tienen mucho que ver en esto, han dado muchas puntadas, ya que comprar todo sabes que es muy caro.

(Estoy segura que lo han hecho muy a gusto, como su padre al acompañarla a ensayos y actuaciones durante tanto tiempo. Se les cae la baba cuando hablan de ella, y es lógico MªJesús siempre será la pequeña y es un orgullo que vaya pregonando con la jota, como ella lo hace, el nombre de Aragón y de Pancrudo).

¿No sientes algo de “morriña” y te dan ganas de volver al grupo?.
Ya lo creo, pero la Jota no da de comer y tengo que trabajar. Cuando me toque la lotería volveré y seguiré con mi “hobby” favorito.

 

¿Pero no te arrepientes de estos años?
No, en absoluto, he conocido gentes y tierras que de otra forma no hubiera conocido y aunque algunas veces no he podido hacer lo que muchas personas de mi edad y me he tenido que sacrificar y quedarme sin fiestas, ha merecido la pena, tengo muy buenos amigos dentro del grupo, lo he dejado por fuerza mayor pero el día que pueda volveré.

Muchas gracias Mª Jesús, es un placer escucharte. Sabes que todos estamos orgullosos de ti y te queremos mucho.

La voz de Mª Jesús impregnó de sentimiento a los pancrudinos y a las tierras del Cazinarro durante el homenaje al nacimiento del río Pancrudo que se realizó en agosto del año 1.999

En el periódico Valencia/Sociedad, allá por julio de 1.992, se recoge la celebración del Día de las Casas Regionales en el Recinto Ferial de La Alameda. Allí estaba Mª Jesús.