
01 Jul 2001
Crónicas de unas vacaciones en Pancrudo (2000)
Por Evaristo Valero Nuez
En mi anterior crónica decía que hace años cuando se estudiaban los ríos se solía contestar con una “cancioncilla”, que si se le aplicara al río Pancrudo podría decir así: “El río Pancrudo. El río Pancrudo nace en El Cacinarro de Pancrudo, provincia de Teruel, pasa por los términos de Pancrudo, Alpeñés, Torre los Negros, Barrachina, Cutanda, Navarrete del Río, Lechago y desemboca, por el de Luco de Jiloca, en el río Jiloca”.
Una de las primeras cosas que hice al empezar las vacaciones en el pueblo fue ir a ver el lugar donde se juntan el río Pancrudo y el Jiloca. Allí se puede contemplar el puente romano despidiendo a nuestro río unos metros antes de juntarse con el otro. Al lado, una frondosa chopera invita al descanso y a la relajación. Es un bonito lugar que recomiendo a los que lo desconozcan.
Los días iban pasando, que si frío que si calor, y llegaron LAS FIESTAS. El jueves, 20 de julio, la misa y procesión de gaiteros en honor a Sta. María Magdalena congregaba a un buen número de pancrudinos de nacimiento y/o de corazón que se alegraban de seguir un año más disfrutando de diferentes reencuentros.
El altar mayor bien iluminado y adornado con hermosas flores recordaba a los asistentes que los arreglos han valido la pena, que Pancrudo no ha dejado que su iglesia acabara en el suelo. Es un motivo de agradecimiento a las personas que se han movido para que esto no ocurriera. El tradicional “PAN BENDITO” esperaba ser repartido entre el pueblo. Así se hizo, ante la atenta mirada de los gaiteros que no perdían detalle mientras animaban la ceremonia con melodías de fiesta grande.
Aprovechando la poca sombra que sobre las 13:30 h. había en el Porchegao, para evitar el “sol de justicia” que “ilumino-achicharraba” al personal, se pudo disfrutar del refresco típico a base de unas bebidas que refrescaban y otras que, la verdad, lo que hacían era elevar la temperatura todavía más.
Con algún cambio que otro en el programa de fiestas, cosa lógica y normal, todo se iba desarrollando con normalidad. Detrás de todo esto y día tras día, una Comisión que con un trabajo casi nunca bien reconocido por los que están a verlas venir, estaba atenta a un sin fin de detalles: barra, bebidas, bonos, tablao, limpieza, actuaciones, juegos, cucañas, cena, etc. ¡GRACIAS! Comisión…
Los más animosos decidieron participar en LOS DISFRACES, venciendo la pereza y timidez inicial. Aún quedan muchos que no lo han conseguido, pero la esperanza es lo último que se pierde.
En esta ocasión se pudieron ver disfraces de pitufo, japonesa, bruja, mafiosillo, mejicano, atracadores de medio pelo, vaca lechera, pirata, cabaretera, indio, rumbero y otros de difícil clasificación. Como siempre, los que más disfrutaron fueron los que se disfrazaron.
Desde hace varios años me encargo, y con mucho gusto, de la EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA. Cuando la gente la visita se suelen oír comentarios como éstos:
-
- ¡Pues yo tengo unas fotos que si las vierais!
- Yo tengo una de cuando era crío ¡esa si que quedaría bien aquí!
- Cada año me pasa lo mismo, cuando vengo a Pancrudo me olvido de traer unas fotos que dan gusto verlas…
- …
Casi siempre son las mismas personas que colaboran dejándome sus fotos para la exposición. Aprovecho esta página de la revista Pancrudo para hacer un llamamiento a todos y todas para que colaboréis conmigo y la EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA pueda seguir viva durante muchos años.
La nave multiusos casi se queda pequeña para dar acogida a los asistentes a la CENA DE CONFRATERNIZACIÓN. Atrás quedan los tiempos en que había que llevar mesas, sillas, cubiertos, pan, vino, etc. al Porchegao o al camino que va hacia las escuelas. No sé cómo, pero casi siempre amenazaba tormenta, se levantaba aire u otros fenómenos atmosféricos que le daban un toque de “no sé si acabaremos de cenar…”. En la nave, con un escenario estable, se puede prescindir de los caprichos del tiempo. De todas formas, tanto antes como ahora es todo un lujo poder cenar junto a los del pueblo o “apegaos” y sentirse en familia.
Ginkana, petanca, disco-móvil, orquestas, pasacalles, dulzaineros…
– ¡Atenta la compañía!
– ¿Qué compañía?
-¡La de teatro!
– No es una compañía, son los de EL GRUPO “AMIGOS DEL TEATRO”
– ¿Qué van a representar?
– NOSOTROS, ELLAS… Y EL DUENDE, de Carlos Llopis.
– ¿Y quién los ha “entrenao”?
-Pues quién va a ser, FLOR LAHOZ.
Fue una representación de auténticos profesionales. Bordaron sus papeles. El lógico miedo que les invadía antes de la representación se fue disipando poco a poco y el público disfrutó de lo lindo con las peripecias de:
- FELISA (Clara Mata)
- PILAR (Erika López)
- EDUARDO (Pascual Herrera)
- CLAUDIO (Alberto Novellón)
- ANTONINA (Carolina Benedicto)
- ANSELMO (Anchel González)
- BLAS (Lamberto Gimeno)
- CLEMENTE (Anchel González)
- SOLÍS AYAMONTE (Daniel Mata)
A todos ellos y, claro está, a Flor: mi enhorabuena y admiración.
Las fiestas quedaron atrás y casi sin darnos cuenta, el día 8 de agosto llegó la Semana Cultural que duraría hasta el día 14. De nuevo, la Asociación Cultural asombró por su iniciativa e imaginación. Como motivo central, el reconocimiento a la labor que han hecho y hacen las mujeres en el ámbito rural.
El antiguo trinquete y otras dos salas del Ayuntamiento, se convirtieron en un nuevo espacio de exposición de algunos trabajos de la mujer rural: utensilios y labores que hicieron la delicia del personal .
El programa, completísimo por cierto, recogía una variedad de actividades pensadas para la participación de todos. Es una manera de disfrutar diferente a la de las fiestas.
Como punto de encuentro, el antiguo trinquete. Unos cacahuetes, un refresco, un poco de sangría… entretenían la charla animada de contertulios, felices de comentar y recordar aquellos tiempos en los que “éramos más jóvenes”. Algunos decidieron que la mejor manera de hacer gana para lo del día gastronómico era coger la BICICLETA y realizar el recorrido programado sin prisas pero sin pausas.
El animoso grupo que participó en esta actividad sabía que si a la hora prevista no estaban de vuelta, se iban a perder uno de los momentos más esperados de la Semana Cultural. Como en temas del estómago todos eran entendidos no hizo falta ir a buscarlos, vinieron solitos.
Malen, lo volvió a conseguir. Puerta a puerta, casa a casa, fue convenciendo al numeroso grupo de colaboradoras y colaboradores que el día G (de gastronómico), a la hora H (de hambre), tenían todo terminado y en orden de revista en la nave multiusos.
Como novedad, en relación a otros años, se ha de resaltar la presencia en este grupo de varios individuos del género masculino. Todavía se les ve poco, pero los tiempos cambian y lo que antaño era exclusivo de la mujer se está quedando desfasado. ¡Ánimo! y a tomar ejemplo…
– ¿Dónde están las mujeres que han preparado los platos?
– Las ha reunido el Evaristo para hacerles una foto.
– ¡Claro! en esto sólo hay mujeres.
– No, que también hay hombres.
– ¡Anda ya!
– Asómate y lo verás.
– ¡Pues es verdad!
– A ver si te animas y al año que viene preparamos algo.
-¡Hombre! yo sé preparar unos bocadillos de berberechos con chocolate que te chupas los dedos…
– ¡Uf! no sé, no sé…
Fueron más de cuarenta platos diferentes, salados y dulces. La organización perfecta y la degustación una gozada que no tiene precio, lo que no quiere decir que no haya que colaborar con el “bote”. Alguno hubo que llegó un poco tarde y aprendió la lección para otra vez: en temas serios no se puede jugar con el tiempo.
La verdad, hay que reconocerlo, la mujer ha estado bastante discriminada en una serie de temas que en España poco a poco están cambiando. Si uno, como el sabio de la poesía, mira para atrás casi siempre suele ver a alguien que lo está pasando peor. Esto lo pudimos comprobar escuchando la conferencia de “LA MUJER Y OTRAS CULTURAS. LA INDIA. O.N.G.”
Algo sabíamos del tema, pero cuando te lo vienen a contar a tu pueblo gente que lo está viviendo la cosa cambia. La situación de la mujer en la India es bastante deplorable y es admirable que mujeres españolas dediquen su vida a mejorar las condiciones de otras mujeres .
Los recorridos por lo largo y ancho de Pancrudo se hacen cada vez más populares y en su tercer año, el DÍA DE SENDERISMO congregó a un buen número de ¡quién dijo miedo!
Los más pequeños disfrutaron a su manera con MARICUELA y su “Faldicaja” y con la proyección de vídeos infantiles. Bueno, eso de los más pequeños es un decir, porque desde lejos se oían unas risotadas sospechosas de pertenecer a gente talludita y con una geografía e historia a sus espaldas que ya, ya…
Las MANUALIDADES volvieron a ser punto fuerte en la semana Cultural. ¡La de cosas que se pueden hacer con un poco de interés!
No sé si tuvo algo que ver o fue casualidad, pero los hechos son tozudos y ocurrió lo que ocurrió: estábamos en ¡QUE HABLEN LAS MUJERES! (Conferencia dirigida por Flor Lahoz) y cuando se estaban despachando a gusto… ¡Zas!, relámpagos, truenos… y se fue la luz, dejando a medias la animadísima charla que se había establecido entre las contertulias.
La verdad es que fue muy ilustrativa. Se recordaba cómo se hacían las cosas antaño y entre unas y otras iban aportando detalles la mar de interesantes.
La 2ª fase del Campeonato de Aragón de tiro de Barra Aragonesa reunió a un buen número de espectadores para contemplar en directo esta disciplina deportiva, con la participación de tiradores de alto nivel. Como aperitivo, los tiradores locales pudieron hacer sus pinitos.
La actuación de la Banda Municipal de Música de Épila llenó de buena música el Porchegao y alrededores. Los de Épila devolvían así, y con otros actos como la invitación en la nave a la degustación de sus productos típicos, la visita que con anterioridad les habían hecho representantes del Ayuntamiento y de la Asociación Cultural.
Ya que en la limpieza del río el público en general hizo “mutis por el foro” (si no que se lo pregunten a Pascual Tolosa), es digno de destacar a ese grupo de voluntarios y voluntarias que dejaron el LAVADOR como los chorros del oro.
Limpio y bien pintado, estaba preparado para dar acogida al acto más emotivo de la Semana Cultural: EL HOMENAJE A LA MUJER RURAL. La gente se fue congregando y cuando las autoridades hicieran acto de presencia comenzaron los parlamentos, las jotas y hasta una rápida demostración de cómo se lava a mano.
Los colores de la bandera de Aragón dieron paso a la placa conmemorativa que, a partir de ese momento, preside el LAVADOR y recuerda a presentes y ausentes la importancia que ha tenido, tiene, y ojalá tenga, la mujer rural. Dicho sea de paso, una réplica de la mencionada placa le tocó posteriormente, en la rifa, a la familia Collados ¡qué suerte tienen algunas!
A continuación, el ALMUERZO en la nave. El Ayuntamiento y la Asociación Cultural demostraron que colaborando se pueden hacer grandes cosas. Los beneficiados somos todos los demás. Personalmente les doy las gracias.
La Semana Cultural, con la ASAMBLEA GENERAL de la Asociación, tocaba a su fin. Hubo cambios en la Junta Directiva y la sensación de seguir adelante. Vale la pena.
Mi CRÓNICA termina ya ,porque poco después se me terminaron las VACACIONES EN PANCRUDO. Pero VOLVERÉ… y espero que los que estáis fuera, también.
Un abrazo, Pancrudo.